¿No os ha pasado alguna vez que queréis entrar en una web y el navegador no os deja porque pone que la página web “no es segura”? Si no te ha pasado, cualquier día podrías entrar en tu propia web y que te salga un icono rojo advirtiéndote que entrar ahí es peligroso. Pero, ¿por qué no iba a ser segura mi web? Seguid leyendo, os lo contamos todo a continuación.
Si usas Google Chrome seguro que te habrás fijado que algunos de los sitios webs que visitas han pasado de usar el clásico HTTP a usar HTTPS. Y, ¿en qué se diferencian te estarás preguntado?
¿QUÉ SIGNIFICA QUE MI WEB SEA HTTPS?
Pues la “s” final de HTTP te está diciendo que la página en la que entras es segura. De ahí la “s” añadida, del inglés “secure”. Técnicamente hablandot una web HTTPS (protocolo de Transferencia de Hiper-Texto) es un protocolo que permite establecer una conexión segura entre el servidor y el cliente, que no puede ser interceptada por personas no autorizadas. En resumidas cuentas, es la versión segura de el http (Hyper Text Transfer Protocol).
A día de hoy es importante para el posicionamiento SEO de tu web que tu página sea HTTPS, de no ser así estás perdiendo mucho posicionamiento. Para que tu web este encriptada y evitar que Google te baje el posicionamiento por el mero echo de que tu web no sea HTTPS necesitas un certificado SSL que normalmente ofrecen gratuitamente los servidores a los usuarios y que pueden instalar ellos mismos desde el panel de control desde su navegador.
¿QUÉ ES UN CERTIFICADO SSL?
Dado que la diferencia con el HTTP es el uso de cifrado, la seguridad HTTPS depende únicamente de la técnica de cifrado utilizada. Actualmente se trata de SSL, que generalmente se considera segura. SSL, son las siglas de “Secure Sockets Layer” que si lo traducimos vendría a ser “capa de conexión segura”. Se trata de un protocolo que permite transmitir información de manera cifrada para evitar que nadie la intercepte.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que una transmisión de datos segura por sí sola no es suficiente para protegerlos completamente, sino que también debe ser almacenada de forma segura por el destinatario. Así que y a sabes, si alguna vez te has preguntado porqué tu web no es segura, la culpa no era tuya, era del SSL!
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